El principal objetivo de la educación consiste en formar personas que sean capaces de pensar y razonar por si mismas y que su aprendizaje no se reduzca al mero hecho de repetir lo que maestros y profesores transmiten sino que sepan utilizarlos, apropiarse de ellos y ponerlos en práctica.
El hombre es persona, y como tal, un ser singular, racional y libre; llamado a perfeccionarse en la sociedad, con una apertura a la trascendencia.
Cada persona debe realizar su propio proyecto vital, proyecto que la comunidad educativa no limitará, sino que potenciará al máximo.
Por todo lo anteriormente dicho, la educación del hombre debe ser integral, esto es, debe atender por igual a todas sus dimensiones y debe potenciar su crecimiento en medio de una estrecha relación con todos los estamentos que intervienen en el proceso educativo: padres, profesores y alumnos.
El hombre al ser fundamentalmente un ser social, se ve inmerso en un cuerpo social y dentro de una determinada comunidad. Por ello pretendemos educar al alumno como elemento activo de la sociedad, abierto a la intercomunicación, cerrado al partidismo y a la intransigencia, con visión de futuro y sentido crítico, fomentando la actitud consciente de solidaridad que se la estimule para el compromiso libremente aceptado, personal o colectivo, en la edificación de un mundo más humano y justo.
El instituto es la comunidad viva del educador y educando, en la que predomina el aspecto formativo sobre el informativo, que favorece el
Dialogo y la convivencia constituyendo un equipo de formación permanente e integral.
Como educadores: aspiramos a una enseñanza de calidad, personalizada y activa, de equipo, que enseña a aprender, a consultar, a adaptarse a la futura cultura y al uso de la tecnología. Adoptamos una enseñanza de calidad, en una pedagogía progresiva y concertada, mediante frecuentes encuentros de revisión de ideas y métodos, experiencias y actitudes, con participación activa e integrada en la comunidad educativa.
La formación permanente es imprescindible para cualificarse en métodos educativos y hacer más eficaz y actual nuestra enseñanza.
Los educandos: participarán activamente en la propia educación, de una forma progresiva según su edad y responsabilidad. Procurarán ser conscientes de que su trabajo y esfuerzo construyen su propio futuro personal y social. La democratización de las estructuras creará cauces adecuados de participación. El diálogo profesor – alumno creará unas estructuras colegiales más diáfanas, transparentes y flexibles, facilitará el clima de familia y evitará las situaciones dogmáticas y conflictivas.
Los padres tienen un amplio campo en la labor educativa de sus hijos. La formación del alumno es tarea conjunta de padres y profesores y encontraran en el instituto la formación adecuada acerca del desarrollo de la personalidad, del estudio y comportamiento de sus hijos.